Existen nuemerosas variedades de tortugas, aunque las que más se comercializan son las semiacuáticas y las de tierra o de caja.
Cuando vas a adquirir una tortuga, debes asegurarte que no te están dando una tortuga marina, pues éstas se encuentran en peligro de extinción y en tal caso deberías denunciar al inescrupuloso que te la está ofreciendo.
Las tortugas semiacuáticas son aquellas que requieren un hábitat donde puedan nadar con toda la comodidad, pero donde también puedan salirse del agua y tomar el sol. Las terrestres no necesitan sitio para nadar, aunque de vez en cuando les gusta mojarse.
Entre las condiciones mínimas que se les debe dar a estos graciosos reptiles es un hábitat adecuado a sus necesidades. La mejor opción es un acuario para peces, pero lo más grande que se pueda. Luego, además de una sección acuática, debe tener una colinita o montañita donde se le facilite a tu mascota salir del agua, y asolearse como les gusta hacer.
Hoy en día se consiguen en las tiendas de mascotas, acuarios acondicionados para tortugas que incluyen como una especie de terraza, donde la tortuga es capaz de subir. También, si no consigues uno de estos, puedes formar un islote con piedras especiales.
De igual manera, se recomienda que utilices filtros de plataforma en el fondo, los cuales funcionan con una bomba de aire que oxigena el agua. Esto permite que el agua se mantenga limpia, y asimismo alimentan unas bacterias benéficas que se comen los deshechos orgánicos de las tortugas.
La tortuga no es capaz de producir calor en su cuerpo, por lo que un elemento fundamental para su sano desarrollo es el termostato. Así se podrá regular la temperatura del agua entre 25° y 28°, que es lo que necesitan estos animalitos para sobrevivir.
Además y debido también a sus debilidades térmicas, se debe poner como a treinta centímetros de la parte más alta del hábitat, un bombillo de luz amarilla de 60 watts como máximo, o un foco especialmente diseñado para tal propósito que se encuentra disponible en las tiendas de mascotas. Si sigues estas medidas, tu tortuga podrá producir el calcio necesario para fijar su concha.
Con respecto al fondo del acuario , debes saber que tiene que tener al menos unos 3 centímetros de altura de graba, para que la filtración sea la óptima. Para limpiar la graba, debes conseguir una manguera o sifón que se conecta a un tubo, y que absorbe todos los desechos y el agua contaminada.
viernes, 31 de octubre de 2008
El territorio de las serpientes
Los terrarios para serpientes pueden encontrase o construirse de muchos materiales, formas y dimensiones, pero lo más importante será siempre que cumplan con los requisitos de temperatura, humedad, tamaño y ventilación que requiere específicamente la serpiente que lo ocupará.
El terrario debe ser un microhábitat representativo del hábitat donde habita naturalmente nuestra serpiente. Así, ella estará más saludable y cómoda, lo que se traducirá en beneficios para nosotros.
Recuerden que las serpientes tienen fama de escurridizas, por lo cual el terrario tendrá que ser a prueba de escapes. Nunca se debe dejar alguna rendija por pequeña que esta parezca. Vale más ser precavido en esto que lamentarnos después.
Otro punto a considerar deben ser la accesibilidad y comodidad para limpiarlo y cambiar el agua de nuestra mascota.
El terrario debe ser un microhábitat representativo del hábitat donde habita naturalmente nuestra serpiente. Así, ella estará más saludable y cómoda, lo que se traducirá en beneficios para nosotros.
Recuerden que las serpientes tienen fama de escurridizas, por lo cual el terrario tendrá que ser a prueba de escapes. Nunca se debe dejar alguna rendija por pequeña que esta parezca. Vale más ser precavido en esto que lamentarnos después.
Otro punto a considerar deben ser la accesibilidad y comodidad para limpiarlo y cambiar el agua de nuestra mascota.
la sangre del cocodrilo podria producir nuevos y potentes antibioticos
SYDNEY (Reuters) – Científicos en el norte tropical de Australia recolectan sangre de cocodrilos con la esperanza de poder desarrollar poderosos antibióticos para humanos, una vez que las pruebas mostraron que el sistema inmunológico de los reptiles destruye el virus HIV (el responsable del sida).
Alimentación:
Los jóvenes capturan insectos; al llegar a adultos, peces y moluscos; y, a partir de los 3 m de longitud, se atreven a cazar vertebrado de mayor tamaño
Hábitat: Marismas, manglares, desembocaduras de ríos y, especialmente, zonas húmedas del interior, como ríos lentos, lagos, incluso poza y charcas temporales.
Reproducción: Puesta de 15 a 80 huevos (normalmente de 20 a 50), que se incuban durante 12 ó 13 semanas. No alcanzan la madurez sexual hasta transcurridos 12 ó 15 años
Control de la temperatura El corazón de los cocodrilos, que posee un tabique intraventricular y cuatro cavidades como el de los mamíferos, modifica la frecuencia de los latidos según la aportación de oxígeno, y los vasos del sistema circulatorio tienen la capacidad de contraerse y dilatarse, lo que contribuye a la termorregulación. Cuando están en el agua se refrigeran, pero cuando descansan, el tórrido sol haría subir excesivamente la temperatura. Para evitarlo abren la boca, aumentando la transpiración. Alternando las dos situaciones, consiguen mantener una temperatura interior de unos 25°C. No son, pues, estrictamente de “sangre fría” como la mayoría de reptiles, sino que poseen un control bastante cercano a los homeotermos (aves y mamíferos).
Los ojos y los orificios nasales. Son sobresalientes, lo que les permite permanecer ocultos bajo el agua (donde casi siempre cazan) sin dejar a la vista nada más
Las crestas y protuberancias. Sobresalen del agua a menudo y contribuyen a confundir a la presa (o al depredador), ya que cualquier contorno disruptivo es más difícil de distinguir que una forma continua. La conducta. Es también un elemento que contribuye al camuflaje: casi siempre están inmóviles, dejándose arrastrar por la corriente como si de un tronco se tratase. Y cuando se acercan suelen hacerlo lentamente, contorsionándose como si siguieran las ondas del agua, e impulsándose sólo con la
Jerarquía y territorialidad En las poblaciones de cocodrilos, por cada macho hay, generalmente, diez a veinte hembras. En un río o lago, el territorio de un macho es un segmento del litoral, aunque no todos los machos lo poseen. Si esta zona es atravesada por hembras de cualquier grupo o por machos jóvenes, no son molestados, pero si lo hace un macho mayor, será inmediatamente perseguido por el dueño guardián. Es una señal de que el territorio está ocupado, pero casi nunca comporta pelea alguna. Cuando dos machos con territorio se encuentran en el límite común, suelen mirarse en momento y dar media vuelta sin más.
Alimentación:
Los jóvenes capturan insectos; al llegar a adultos, peces y moluscos; y, a partir de los 3 m de longitud, se atreven a cazar vertebrado de mayor tamaño
Hábitat: Marismas, manglares, desembocaduras de ríos y, especialmente, zonas húmedas del interior, como ríos lentos, lagos, incluso poza y charcas temporales.
Reproducción: Puesta de 15 a 80 huevos (normalmente de 20 a 50), que se incuban durante 12 ó 13 semanas. No alcanzan la madurez sexual hasta transcurridos 12 ó 15 años
Control de la temperatura El corazón de los cocodrilos, que posee un tabique intraventricular y cuatro cavidades como el de los mamíferos, modifica la frecuencia de los latidos según la aportación de oxígeno, y los vasos del sistema circulatorio tienen la capacidad de contraerse y dilatarse, lo que contribuye a la termorregulación. Cuando están en el agua se refrigeran, pero cuando descansan, el tórrido sol haría subir excesivamente la temperatura. Para evitarlo abren la boca, aumentando la transpiración. Alternando las dos situaciones, consiguen mantener una temperatura interior de unos 25°C. No son, pues, estrictamente de “sangre fría” como la mayoría de reptiles, sino que poseen un control bastante cercano a los homeotermos (aves y mamíferos).
Los ojos y los orificios nasales. Son sobresalientes, lo que les permite permanecer ocultos bajo el agua (donde casi siempre cazan) sin dejar a la vista nada más
Las crestas y protuberancias. Sobresalen del agua a menudo y contribuyen a confundir a la presa (o al depredador), ya que cualquier contorno disruptivo es más difícil de distinguir que una forma continua. La conducta. Es también un elemento que contribuye al camuflaje: casi siempre están inmóviles, dejándose arrastrar por la corriente como si de un tronco se tratase. Y cuando se acercan suelen hacerlo lentamente, contorsionándose como si siguieran las ondas del agua, e impulsándose sólo con la
Jerarquía y territorialidad En las poblaciones de cocodrilos, por cada macho hay, generalmente, diez a veinte hembras. En un río o lago, el territorio de un macho es un segmento del litoral, aunque no todos los machos lo poseen. Si esta zona es atravesada por hembras de cualquier grupo o por machos jóvenes, no son molestados, pero si lo hace un macho mayor, será inmediatamente perseguido por el dueño guardián. Es una señal de que el territorio está ocupado, pero casi nunca comporta pelea alguna. Cuando dos machos con territorio se encuentran en el límite común, suelen mirarse en momento y dar media vuelta sin más.
cocodrilos

Son reptiles que viven en las áreas tropicales de África, Asia, América y Australia. Son excelentes nadadores. Tienden a vivir en ríos de corriente lenta y se alimentan de una amplia variedad de animales, preferentemente vivos.
Una especie, el cocodrilo marino (Crocodylus porosus), vive tanto en agua dulce como en estuarios salados y se adentra con frecuencia en el mar, lo que le ha permitido colonizar muchas islas de Australia y todas las costas desde la India hasta Australia. El cocodrilo marino no es el único en adentrarse en el mar, aunque sí el que lo hace con más frecuencia. Así, el cocodrilo del Nilo (Crocodylus nyloticus) ha cruzado el mar para colonizar varias islas del Océano Índico (entre ellas Madagascar); y el cocodrilo americano (Crocodylus acutus) ha llegado a nado hasta la mayoría de las islas del Caribe, e incluso a la punta sur de Florida.
Los cocodrilos jóvenes se alimentan de cangrejos, insectos y ranas. Los más grandes cazan peces, se alimentan de animales muertos o permanecen en espera durante horas, listos para engullir presas como mamíferos y aves acuáticas. Aferran a la presa con mandíbulas poderosas y dientes filosos, arrastrándola debajo del agua hasta ahogarla. Los cocodrilos no pueden masticar, de modo que cortan a la presa, sacudiéndola y despedazándola con sus dientes. Nuevos dientes crecen para reemplazar los que se rompen o se pierden.
Los cocodrilos llevan vidas bastante inactivas, ya que yacen inmóviles la mayor parte del día. Por la mañana los ríos se calientan lentamente y los cocodrilos a menudo buscan el calor del Sol en la orilla del río. Por la noche el agua se enfría lentamente, de modo que los cocodrilos pasan estas horas dentro del río para mantenerse en calor. Abrir ampliamente sus bocas los ayuda a calentarse por las mañanas o refrescarse al mediodía: en la boca los vasos sanguíneos están cerca de la superficie de la piel, permitiendo que el calor pase rápidamente hacia o desde la sangre al ambiente.
Crocodylus acutus de Inglaterra
Los cocodrilos tienen cuerpos pesados y metabolismos generalmente lentos. Están bien adaptados a la vida acuática y solo de vez en cuando salen de ella, como el gavial del Ganges (Gavialis gangeticus). Sobre la tierra, los cocodrilos se deslizan arrastrando su estómago y empujándose con los pies. Para recorrer distancias grandes, adoptan un "paso alto", levantando el cuerpo del suelo y arrastrando la cola. Las especies más pequeñas y los cocodrilos jóvenes pueden "galopar" a velocidades de hasta 17 km/h.
Las fosas nasales de un cocodrílido y sus ojos están en la parte superior de su cabeza, permitiéndole ver y respirar mientras permanece en el agua. Puede respirar parcialmente sumergido, cerrando un pliegue de la garganta que evita que el agua penetre en los pulmones. Bajo el agua, las fosas nasales y los oídos se cierran y en sus ojos una membrana transparente se mueve en sentido transversal actuando como un tercer párpado.
Su piel es escamosa, dura y seca. Llegan a vivir unos 80 años.
Una especie, el cocodrilo marino (Crocodylus porosus), vive tanto en agua dulce como en estuarios salados y se adentra con frecuencia en el mar, lo que le ha permitido colonizar muchas islas de Australia y todas las costas desde la India hasta Australia. El cocodrilo marino no es el único en adentrarse en el mar, aunque sí el que lo hace con más frecuencia. Así, el cocodrilo del Nilo (Crocodylus nyloticus) ha cruzado el mar para colonizar varias islas del Océano Índico (entre ellas Madagascar); y el cocodrilo americano (Crocodylus acutus) ha llegado a nado hasta la mayoría de las islas del Caribe, e incluso a la punta sur de Florida.
Los cocodrilos jóvenes se alimentan de cangrejos, insectos y ranas. Los más grandes cazan peces, se alimentan de animales muertos o permanecen en espera durante horas, listos para engullir presas como mamíferos y aves acuáticas. Aferran a la presa con mandíbulas poderosas y dientes filosos, arrastrándola debajo del agua hasta ahogarla. Los cocodrilos no pueden masticar, de modo que cortan a la presa, sacudiéndola y despedazándola con sus dientes. Nuevos dientes crecen para reemplazar los que se rompen o se pierden.
Los cocodrilos llevan vidas bastante inactivas, ya que yacen inmóviles la mayor parte del día. Por la mañana los ríos se calientan lentamente y los cocodrilos a menudo buscan el calor del Sol en la orilla del río. Por la noche el agua se enfría lentamente, de modo que los cocodrilos pasan estas horas dentro del río para mantenerse en calor. Abrir ampliamente sus bocas los ayuda a calentarse por las mañanas o refrescarse al mediodía: en la boca los vasos sanguíneos están cerca de la superficie de la piel, permitiendo que el calor pase rápidamente hacia o desde la sangre al ambiente.
Crocodylus acutus de Inglaterra
Los cocodrilos tienen cuerpos pesados y metabolismos generalmente lentos. Están bien adaptados a la vida acuática y solo de vez en cuando salen de ella, como el gavial del Ganges (Gavialis gangeticus). Sobre la tierra, los cocodrilos se deslizan arrastrando su estómago y empujándose con los pies. Para recorrer distancias grandes, adoptan un "paso alto", levantando el cuerpo del suelo y arrastrando la cola. Las especies más pequeñas y los cocodrilos jóvenes pueden "galopar" a velocidades de hasta 17 km/h.
Las fosas nasales de un cocodrílido y sus ojos están en la parte superior de su cabeza, permitiéndole ver y respirar mientras permanece en el agua. Puede respirar parcialmente sumergido, cerrando un pliegue de la garganta que evita que el agua penetre en los pulmones. Bajo el agua, las fosas nasales y los oídos se cierran y en sus ojos una membrana transparente se mueve en sentido transversal actuando como un tercer párpado.
Su piel es escamosa, dura y seca. Llegan a vivir unos 80 años.

Morfología :A diferencia de los anfibios, los saurópsidos tienen la piel queratinizada (dura y seca), típicamente cubierta de escamas (las aves, además, tienen plumas), y sus huevos tienen amnios y cáscara casi impermeable. Estas características les permiten vivir lejos del agua y en algunos de los hábitats más secos del mundo.
Taxonomía: Durante años se usó el término reptiles (Reptilia) para clasificar a la mayor parte de los miembros del grupo. El concepto clásico de reptiles incluía tres grandes linajes:
Reptilia = Synapsida+Anapsida+Diapsida
Pero según la sistemática cladística, los reptiles, en sentido clásico, son un taxón parafilético porque no incluye a sus descendientes las aves (incluidas en Diapsida) y los Mamíferos (incluidos en Synapsida). Por tanto, según este punto de vista, no es válido. Además, según la cladística, Synapsida no pertenece a los reptiles, que por tanto quedan limitados a Anapsida y Diapsida; para evitar confusión, se suele utilizar el nombre Sauropsida, con el siguiente sentido:
Sauropsida = Anapsida+Diapsida
Por tanto, Reptilia y Sauropsida no son sinónimos, ya que incluyen grupos diferentes; a veces se utiliza el término Reptilia en sentido estricto (Anapsida+Diapsida) y en este caso ambos nombres sí son sinónimos; no obstante, esto último no es aconsejable ya que puede inducir confusiones.
Origen Evolutivo

Los saurópsidos son una de las dos grandes ramas evolutivas de los amniotas (la otra gran rama es la de los sinápsidos,también llamados terópsidos). Se originaron a partir de tetrápodos en el periodo Pérmico, diversificándose durante el Triásico, Jurásico y Cretácico. A finales de este periodo desaparecieron casi por completo varios grupos en la gran extinción masiva del Cretácico-Terciario, hace unos 65 millones de años.
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